jueves, 19 de marzo de 2009

Pasta con tomates cherry


Un plato sencillo y económico, que puede sacarnos de un apuro cuando tenemos la despensa vacía: pasta a la italiana (por si alguien consideraba insultante el escribir una receta de pasta con tomate)

Ingredientes para 2 personas: 160 gramos de pasta, 250 gramos de tomates cherry, media cebolla, queso parmesano, aceite de oliva virgen extra y sal.

Preparación:

  1. Picar la cebolla en trozos finitos. Echar unas gotitas de aceite de oliva virgen extra en una sartén grande y pochar la cebolla a fuego muy bajo.
  2. Partir los tomates cherry por la mitad y, cuando la cebolla esté doradita, añadirlos a la sartén y dejar que se haga una salsa de tomate, siempre a fuego lento.
    • Se puede añadir un poco de albahaca (preferiblemente fresca y bien picada) y/o un chorrito de vino blanco (no demasiado generoso porque la salsa se hace a fuego lento).
    • Es conveniente aplastar ligeramente los tomates para ayudar a que salga el jugo.
    • En caso de no disponer de tomates cherry, puede hacerse con otros tomates maduros, pero los cherry se aprovechan mejor y en mi opinión dan a la salsa un toque especial.
    • Para los más bribones, puede añadirse algún ingrediente con algo más de consistencia, como por ejemplo panceta o atún.
  3. Mientras tanto, colocar agua en una cacerola, añadiendo un chorrito de aceite, y llevar a ebullición. Cuando hierva, bajar el fuego, añadir los tallarines y sal al gusto y cocer la pasta.
    • La sal se añade una vez que el agua hierve porque en caso de echarlo antes se elevaría el punto de ebullición y, consecuentemente, el tiempo de preparación y la energía consumida.
    • Para esta receta puede utilizarse tanto pasta larga como corta. En la imagen hemos utilizado macarrones.
    • La pasta se pesa en una báscula para ayudar a calcular la cantidad deseada (generalmente entre 75 y 100 gramos por persona).
    • Cocer la pasta al dente, ligeramente dura, para que sea más gustosa a la par que saludable.
  4. Escurrir la pasta, añadirla a la sartén y darle unas vueltas para que la salsa se distribuya de forma homogénea.
    • La salsa casera tiene menos color que la preparada, pero es mucho más sabrosa.
  5. Servir acompañado de queso parmesano.
    • Idealmente, servir con una cuña de queso y un rallador, para rallarlo justo antes de consumirlo.
    • Estrictamente hablando, el queso parmesano debe tener la denominación de origen parmigiano-reggiano. El grana-padano, que usualmente se etiqueta como parmesano, también es apropriado: algo más económico manteniendo una excelente calidad.

3 comentarios:

Aleta

Jeje, esto sí que podría hacerlo, si compro parmesano ya rallado, claro(si es que no os parece un sacrilegio :P). Lo probaré.

Azalea

hombre, sacrilegio no, yo el año pasado hacia eso, que el parmesano es caro!!! No sabe igual pero siempre es mejor que nada.
Besotes

superfluo

Bueno, está claro que nunca será lo mismo :) Pero hace el apaño, mejor que nada...