Frutos del bosque noruegos
Este verano estuvimos de viaja por Noruega. Una de las cosas que mas nos gustaron fue el poder recoger frutos del bosque con nuestras propias manos y comérnoslos tal cual los recogíamos. En un par de ocasiones nos decidimos a preparar alguna receta sencilla con estos sabrosísimos frutos del bosque silvestres, y es lo que os vamos a contar en esta entrada.
El fruto más habitual en el centro y el sur del país es la frambuesa. Normalmente, nos las comíamos solas, pero un día decidimos tomarlas de postre con chocolate. Para ello, compramos un chocolate con un 70% de cacao, lo fundimos en una cacerola a fuego lento, añadimos un poco de azúcar (para reducir el amargor de ese chocolate tan puro) y bañamos con él las frambuesas. Impresionante.
En el norte del país, concretamente en las islas Lofoten, lo que encontramos fue arándanos, y decidimos hacer una mermelada para desayunar. Para ello, se cuecen los arándanos en una cacerola con un poco de agua y la misma cantidad en peso de azúcar que de arándanos, hasta que adquiere una textura de mermelada. En nuestro caso, no teníamos suficiente azúcar y nos quedó algo que más parecía un jarabe que una mermelada, pero seguía teniendo un sabor estupendo. En la foto, además de la tostada con mermelada podéis ver las vistas desde nuestra terraza.
El fruto más habitual en el centro y el sur del país es la frambuesa. Normalmente, nos las comíamos solas, pero un día decidimos tomarlas de postre con chocolate. Para ello, compramos un chocolate con un 70% de cacao, lo fundimos en una cacerola a fuego lento, añadimos un poco de azúcar (para reducir el amargor de ese chocolate tan puro) y bañamos con él las frambuesas. Impresionante.
En el norte del país, concretamente en las islas Lofoten, lo que encontramos fue arándanos, y decidimos hacer una mermelada para desayunar. Para ello, se cuecen los arándanos en una cacerola con un poco de agua y la misma cantidad en peso de azúcar que de arándanos, hasta que adquiere una textura de mermelada. En nuestro caso, no teníamos suficiente azúcar y nos quedó algo que más parecía un jarabe que una mermelada, pero seguía teniendo un sabor estupendo. En la foto, además de la tostada con mermelada podéis ver las vistas desde nuestra terraza.
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