- 4 huevos
- 400 g de queso mascarpone
- 14-21 bizcochos savoiardi
- 100 g de azúcar
- 3 tazas pequeñas de café
- Cacao en polvo
- Una pizca de sal
Preparación:
- Preparar café. Hacen falta unas tres tazas pequeñas, en mi caso (cafetera individual) tres cafeteras.
- Mientras tanto, romper las cáscaras de los huevos por la mitad y separar las claras de las yemas, ayudándose de las medias cáscaras. El proceso consiste en verter el huevo de una mitad a otra, intentando echar la yema y dejar la clara. Después de repetirlo varias veces quedarán separadas sin mucho esfuerzo.
- En un recipiente grande, colocar las yemas y casi todo el azúcar (dejar una tres cucharaditas), y batir bien.
- Añadir el queso marcarpone y continuar removiendo, hasta que quede homogéneo.
- Batir las claras a punto de nieve. Facilita la labor añadir una pizca de sal. Si no se tiene mucha experiencia, se puede utilizar una batidora.
- Añadir las claras a punto de nieve a la masa formada por las yemas y el queso, y remover bien, de nuevo hasta que la masa quede homogénea.
- Una vez que haya salido el café, colocarlo en un plato hondo, añadir las cucharaditas de azúcar sobrantes y remover. Opcionalmente, puede añadirse un chorrito de brandy, ron o de algún otro licor, especialmente amaretto.
- A continuación cogemos el recipiente donde vayamos a preparar el postre (en mi caso una fuente de cristal para el horno) y cubrimos toda la base con bizcochos de soletilla remojados en café, rompiendo algunos si fuera necesario. A modo orientativo, en mi fuente cupieron 7 bizcochos. Los bizcochos deben mojarse un poco pero no sumergirse mucho tiempo, para que mantengan cierta consistencia.
- Una vez cubierta la base, se recubre con una capa de la masa anteriormente elaborada. Sobre esta masa puede añadirse un poco de cacao en polvo, o rallar un poco de chocolate negro.
- Volvemos a repetir la operación una o dos veces más, añadiendo una o dos capas de bizcochos remojados en café bajo la masa de queso y huevos.
- Recubrir completamente la parte superior del dulce con cacao en polvo. Para que la distribución del cacao sea menos grosera, podemos ayudarnos con un colador situado entre la mano y el tiramisù.
- Finalmente, dejar enfriar en el frigorífico unas horas antes de consumir. Cuanto más tiempo pasa, más se asientan los ingredientes y mejor sabe.
Es importante que todos los ingredientes sean de calidad. Un café bueno, huevos frescos (ya que no se van a cocinar) y bizcochos de soletilla duros, largos y estrechos (a veces se llama bizcocho de soletilla a cualquier cosa).
La verdad es q tiene pinta de ser auténtico y es la mejor entrada posible para celebrar los 100
ResponderEliminarCreo que ya te comenté que oí una vez en la tele que el tiramisú originario es de Treviso.
Dos comentarios culinarios :D
ResponderEliminar- Las claras se montan mejor si están a temperatura ambiente.
- Hay que tener cuidado al remojar el bizcocho porque si no se empapa suficientemente, se queda algo seco... En general yo prefiero que sobre a que falte, pero es preferencia personal.
Y nada, que este postre es facilísimo y con él quedas super bien! a casi todo el mundo le gusta :D :D
Jose: Efectivamente, lo más aceptado es que viene de Treviso, pero hay incluso quien dice que es de la Toscana.
ResponderEliminarZel: Esperaba tu opinión como cuasi-experta :) Yo sin embargo prefiero empapar el bizcocho lo justo, porque cuando repose ya se ablanda suficientemente, y si te pasas queda un poco puré.